Los hombres de Manuel Llorente

El presidente ha hecho una renovación total

Jaime Campos | 01 SEPT. 2011 | 10:53

El 'Plan Renove' de Manuel Llorente ha sido un auténtico huracán que ha eliminado casi por completo la plantilla que se encontró en el verano de 2009 y, desde luego, la que había cerrado una etapa de éxitos en 2008 para completar un equipo más joven y mucho más barato, pero en el que se han perdido a todos los campeones del mundo que llegaron a estar juntos en la plantilla, (hasta 4), y que no ha sido gratis, ni mucho menos.

Los porteros

No se le puede atribuir el fichaje de Unai Emery a Manuel Llorente, ya que la negociación la cerró la última junta directiva que presidía el Valencia antes del turbulento verano de 2008. Por entonces la portería era un verdadero hervidero y la llegada de Timo Hildebrand había desplazado al mítico portero del Valencia, Santi Cañizares. La esperpéntica actuación del alemán, más preocupado por parecerse a Kent, el novio de Barbie, que por parar los balones que iban entrando una y otra vez desde cualquier distancia, no pasó desapercibida para Unai, que inmediatamente pidió la llegada de un nuevo portero. Renan. Tampoco el brasileño fue un fichaje de Llorente. Pero el baile en la portería del Valencia no lo iba a cerrar el brasileño.

Llorente consintió a Unai el primero de sus caprichos y trajo a Moyá del Mallorca por 5 millones de euros. El balance del balear en la portería del Valencia ha sido dramático. Su presencia como titular del equipo no ha pasado de ser anecdótica. Desplazó a Renan a la suplencia, pero una lesión volvió a darle la portería al brasileño. Éste, se lesionó en San Mamés y el club volvió a tener que invertir en un guardameta.

César llegó casi de casualidad al Valencia Club de Fútbol. Con 39 años y una turbulenta relación con la gente más joven que lo recordaba como enemigo íntimo por sus partidos con el Real Madrid y más tarde con el Real Zaragoza en Mestalla, no completaban el agrado del público en general. No obstante, su carisma y sus resultados fueron decisivos para ganarse la confianza de la gente, los compañeros y el cuerpo técnico. Claro que la recuperación de Moyá le devolvió, injustamente al banquillo al inicio de la temporada de 2010. (Posiblemente los 5 millones por los que apostó Unai consentidos por el club, pesaron mucho en la decisión).

César, que llegó procedente del Tottenham, donde sólo podía escuchar burlas de su entrenador y no llegó ni a debutar, consideró el Valencia como su última gran oportunidad de jugar en la elite mundial y a fe que lo consiguió. La temporada pasada las lesiones se cebaron con el veterano portero extremeño y la baja forma de Moyà acabó por darle una oportunidad a Guaita. El portero de la cantera había sido cedido la temporada anterior al Recreativo de Huelva y el de Torrent, había conseguido ser el portero menos goleado de la categoría. Unai se empeñó en tener tres porteros a sus órdenes, y de nuevo salió airoso de su apuesta. Los problemas físicos de unos y otros acabaron con Guaita como titular, pero no parece que Unai estuviera completamente convencido, así que a principios de enero se filtró el fichaje de Diego Alves procedente del Almería.

Diego Alves

Diego Alves firmó para comenzar esta temporada. Costó 3 millones de euros y para las próximas 4 temporadas. Era la cuarta petición de Unai para su portería. En la que se han invertido 8 millones con Llorente, amén de los que se desembolsaron por Renán e Hildebrand anteriormente, (pero que no le computaremos al actual Presidente). Alves ha comenzado la temporada desde el banquillo.

La defensa

Si se supone que la portería debe ser una de las piezas claves para el rendimiento de un club de Primera División, y de elite europea, las turbulencias no ayudan ni al equipo ni a los propios porteros, pero la defensa es primordial. Bien, las principales hemorragias que ha sufrido el equipo estas últimas temporadas han sido precisamente en la retaguardia, el punto fuerte el 'Valencia campeón', el 'azote de Europa'.

Se trató de rehacer una línea que se veía envejecida y se tiró primero por reforzar los laterales. (El tema de los sillones y las lámparas). Así que el tresillo que se firmó fue Bruno Saltor.

Bruno llegó procedente del Almería, de la mano de Unai y con la carta de libertad. Su primera temporada fue un auténtico 'via crucis'. Lesiones problemas, malas cicatrizaciones y procesos de recuperación exageradamente acortados por las idas y salidas, (más que venidas) de Miguel Brito. Sus prestaciones no han acabado de convencer a nadie y ésta es la última temporada que le queda de contrato. El lateral derecho sigue siendo un lastre para el Valencia como si de una vieja maldición se tratara.

Para el lateral izquierdo y con la baja de Moretti, llegó Mathieu. El francés sigue sin hablar castellano tres años después. Su proyección ofensiva y su capacidad para centrar, desconocida por su antecesor en el puesto, encandilaron rápidamente al valencianismo. Rápido y con llegada se metió al valencianismo en el bolsillo. Tampoco tenía competencia. Llegó libre del Montepellier. Y muy probablemente, libre se vaya. Su singladura por la capital del Turia, lamentablemente, no le habrá servido para conocer un idioma.

Mathieu/ lainformacion.com/ EFE

Jordi Alba volvió después de una cesión en el Nástic de Tarragona. La verdad es que el joven catalán, canterano del Valencia, volvió como una alternativa de ataque para la banda izquierda, o incluso la derecha. Venía tras revalidarse como titular con la Selección Sub 19 y tras brillar en la Segunda División. Pronto tuvo que hacerse con un hueco como lateral. Con muchísimos problemas para defender, en lo que evoluciona positivamente, pero con virtudes como la velocidad para apagar carencias. No fue un fichaje, tal cual, pero formó parte de la primera plantilla con la presidencia de Llorente.

Un caso parecido, que no igual fue el de David Navarro. Tras su cesión a Mallorca, por niño malo, (no mal futbolista, que de todo se podría hablar, si no por haber hecho un papel patético en la última eliminatoria de Champions del Valencia contra el Inter de Milán), el central del Puerto de Sagunto volvió a la disciplina del Valencia. Lo hizo como titular, aunque pronto perdería el rol que él mismo se había ganado. Este mismo año se fue al Neuchatel suizo. Su relación con el técnico del primer equipo no pasaba por su mejor momento. No pasaba.

Dealbert fue una de las contrataciones más controvertidas del momento. Con Fernando Gómez como principal valedor, (si no el único), el central castellonense llegó con la carta de libertad del Castellón, donde había jugado en Segunda División. Con su edad, 26 años, y sin experiencia en Primera, era un cúmulo de dudas. Hoy han quedado despejadas. Defensor pundonoroso. Corajudo y con buena disciplina táctica y correcto juego aéreo, pero que mantiene una dudosa relación con el balón, técnicamente hablando. Posiblemente éste sea su último año en el Valencia.

Los esfuerzos por mejorar la zaga se redoblaron en 2010. Ya con Braulio al mando se hizo el que pretendían que fuera el líder de la defensa blanquinegra. Ricardo Costa. El internacional portugués discutió con su club de origen, el Wolfsburgo, por no querer renovar su contrato y tras ser cerrado por el Valencia. Acabó la temporada anterior a su llegada en el Lille. Llegó con la carta de libertad, pero no rindió al nivel que el aficionado y los técnicos hubieran querido. Fue alternando titularidades con suplencias. Aunque se ha ganado el respeto de todos sus compañeros por su fuerte carácter dentro y fuera del terreno de juego.
Aún así, la salida de Alexis, que tampoco cuajó, fue cubierta con la llegada del lituano Stankevicius. Llegó cedido de la Sampdoria. También sin coste económico. Y también con muchos altos y muchos bajos. El club decidió no ejecutar la opción de compra que se había fijado en su contrato de cesión. Un millón y medio parecía mucha tela para este muchachote.

Finalmente, este año se ha decidido dar un paso adelante y se ha firmado a Adil Rami. El adonis con cuerpo de superhéroe y vitola de internacional absoluto galo. Se supone que es el mejor defensor francés del momento. Joven, poderoso y con virtudes interesantes tendrá que demostrar en Mestalla. Claro que su fichaje ha costado casi 6 millones de euros. Llega procedente del Lille y lo hace como campeón de la Ligue 1.

Adil Rami

Como quiera que, aún y con todo, la zaga sigue bastante coja, a última hora y por clamor popular, además de ser la primera vez que Unai pide de manera pública y notoria un futbolista, (que no sea portero), se ha acabado por firmar otro central. Su nombre Víctor Ruiz y con un perfil interesante. Joven, campeón de Europa sub 21, zurdo, rápido y con buen trato de balón. Nada del elenco de lo que tenía el Valencia en nómina para estas posiciones. Claro que éste tampoco ha sido un fichaje gratis... ni barato. 7'5 millones se le han tenido que desembolsar al Nápoles, donde no jugaba. En su favor habrá que decir que ya conoce la Primera División donde el año pasado hizo una primera vuelta primorosa y que no había centrales zurdos en la plantilla. En su debe, que no ha jugado Champions ni está contrastado al máximo nivel ni ha venido jugando los últimos meses. Aún así, parece un gran fichaje.

El lateral derecho, para cerrar, ha acabado cerrándose con una situación esperpéntica. Miguel Brito no ha encontrado acomodo en ningún equipo y Barragán, procedente el Valladolid de Segunda División ha llegado para reforzar esta posición. El coste... un millón y medio.

Centrocampistas

Lo que te hace fuerte te hará llorar. Valga esta reflexión para explicar que la dupla Albelda-Baraja, que tantos años ha sido santo y seña del Valencia Club de Fútbol y se han comido en Mestalla a propios y extraños, a gigantes y campeones de Europa, ha acabado siendo demasiado grande para olvidarse de ella. Un muro que no cesa. Albelda sigue en la plantilla agotando sus últimos días de gloria. Baraja ya marchó. Su ausencia ha sido la principal tentativa de quienes han querido encontrar una solución a la creación del fútbol del Valencia. Pero el sucesor no llega.

La última idea ha sido la de firmar a Parejo, del Getafe. 5 millones y 5 años de contrato para otro campeón de Europa sub 21. En realidad parece que Parejo es más un media punta que un creador. Pero lo que está claro es que no es Rubén Baraja. La primera noticia oficial que hemos tenido de Parejo es que no entraba en la citación de los 18 convocados para el primer partido de Liga.

Dani Parejo

Para la contención ha habido más tentativas y más suerte. Finalmente parece que la solución llegó en el mercado persa. El turco Topal, que también costó 5 millones y llegó procedente del Galatasaray, se ha acoplado rápidamente a la posición de pivote y ya ejerce como titular indiscutible en tales menesteres. Sólido, con buen golpeo y sentido del juego ha sido aprovechado también como central. Mucho más convincente en el medio, pero una buena pieza.

Tino Costa vino a Valencia con la vitola de generador. Y a fe que lo intentó. Pero el joven argentino con pasaporte francés, se ha mostrado más una alternativa para formar con tres medios, ayudar a la contención y buscar su disparo como recurso ofensivo que alguien que le de frescura y velocidad al juego. Un hombre aprovechable, pero por el que se pagaron 6 millones de euros al Montpellier. Después de las experiencias de Ever Banega y Maduro, el Valencia parece haber encontrado solidez en el medio campo.

Atacantes

La nómina de fichajes para la delantera no está nada mal tampoco. La temporada pasada el Valencia hizo un gran desembolso después de haberse deshecho de Silva y Villa. Evidentemente el negocio era vender lo mejor posible y comprar bueno y barato. Roberto Soldado llegó del Getafe por un montante de 10 millones de euros. No muy barato, pero desde luego muy aprovechable. El valenciano, que nunca llegó a estar en la escuela del Valencia y se formó en la del Don Bosco, acabó firmando por la del Real Madrid y recalando en el club che por esa suma de dinero. El año pasado, sobre todo en la parte final del curso, empezó a desatarse como el goleador que es. Claro que el Valencia quiere más porque la nómina de goleadores está poniendo muy cara la competencia a los nuevos.

Soldado/ lainformacion.com/ Reunters

Por su parte Aduriz llegó como un aizcolari tirando pinos a su paso. Su estruendoso estreno en Liga se fue difuminando y acabó por detrás de Soldado, claramente y de Jonas poco a poco. Su bagaje fue bastante bueno, pero su rendimiento final sembró muchas dudas. Alguien importante del club sigue recordando su mano a mano con Neuer como un fallo imperdonable. Costó 4 millones que se le abonaron al Mallorca. Firmó por cuatro años y vamos a por el segundo.

Jonas, el brasileño, llegó a media temporada. En el mercado invernal y con Unai llorando por los rincones, aunque nunca lo pidió, esperando otro delantero. Llegó con la vitola de goleador y con el título de máximo artillero en su liga brasileña. El Valencia pagó poco más de un millón, (1’2 aproximadamente) al Gremio de Porto Alegre, pero en realidad se ha mostrado como un hombre con facilidad para combinar y con habilidad para mostrarse entre líneas más que como ariete. Futbolista interesante y que puede resultar barato.

Chori Domínguez. La verdad es que el argentino puede pasar por ser la gran decepción del valencianismo los últimos años. Llegó con buen cartel y buena prensa. Venía del Rubin Kazan y como héroe de los rusos. Había conseguido una Liga por primera vez en décadas para un equipo que no fuera de Moscú y era el baluarte de un equipo que daba muy buenas sensaciones en la Champions, pero no cuajó. Sólo un buen partido en un año y medio. Ante el Manchester en Old Trafford. Y siempre sin el premio del gol. Llegó con la carta de libertad y gratis se ha ido este año a repescar al River Plate de su añito en el infierno de la “B” argentina.

Canales. La gran esperanza valencianista se llama Sergio Canales. Llega del Real Madrid cedido, pero con una opción de compra de 12 millones. No sabemos qué decidirá el Valencia en el futuro, pero lo cierto es que nadie duda de su calidad y su llegada.

Canales/ lainformacion.com/ Getty Images

Piatti. El último fichaje computable es el de Piatti. El argentino ha hecho una pretemporada espectacular y promete sensaciones fuertes. Es un futbolista que encaja como un guante a este Valencia y que es posible que puede recordar en muchas cosas a Mata. De momento en lo que no recuerda al asturiano es en su precio de compra. 7’5 millones. Llega procedente del Almería con quien descendió el año pasado. Será un hombre vital para el contragolpe y peligrosísimo con espacios, pero contra el Rácing se estrelló de pleno.

De la plantilla original que había cuando llegó Llorente al Valencia sólo quedan las fotos y la memoria. Se fueron, Hildebrand, Curro Torres, Albiol, Marchena, Villa, Baraja, Morientes, Angulo, Del Horno, Zigic, Renan, Vicente, Helguera, Mata, Joaquín, Manoel Fernandes, Alexis, Silva, Edu, Moretti y Hugo Viana. Una renovación total. Veamos el nuevo resultado.