Renovar a Javi Guerra, una decisión que no puede esperar

La renovación de Javi Guerra sigue paralizada y el Valencia no puede permitirse otra pérdida estructural este verano. Ya se han producido ventas pero en el caso de Guerra estaríamos hablando de la pieza con más valor de la plantilla. Carlos Corberán ha planteado una idea futbolística que gira alrededor del equilibrio y el dinamismo en el centro del campo, Guerra, con 21 años, reúne todas esas virtudes. Prescindir de él, o simplemente no asegurar su futuro, equivale a dejar al entrenador sin una de sus armas más identificables. 

La oferta del club no ha convencido al entorno del jugador. No es una negativa definitiva, pero sí un aviso: si el Valencia quiere que Guerra sea su presente y su futuro, debe demostrarlo. Y eso implica un esfuerzo real para situarle en el lugar que merece tanto en el vestuario como en la estructura salarial. La situación aún puede reconducirse. Las posiciones no están tan distantes como para hablar de ruptura. Pero el tiempo apremia y cada día que pasa sin avances erosiona la confianza mutua. Corberán necesita un movimiento claro y Guerra también.

Si el club quiere construir desde la identidad y el compromiso, no hay mejor manera de demostrarlo que renovando al jugador en el que más confía la mayoría de la afición. No retener a Javi Guerra sería algo más que un error deportivo. Sería un golpe difícil de explicar en un momento en el que se prometía justo lo contrario.