Las excusas para poner trabas a terminar el Nuevo Mestalla

Que el Nuevo Mestalla genere odios y guerras en el entorno del Valencia es algo para que nos lo hagamos mirar. Pero además con calma y en profundidad, porque no hay quien pueda entender algo así, que encima lleva pasando muchos, y que ha sido utilizado incluso por políticos para intentar generar más división y bandos, lo que se ha conseguido, sin duda, pero no para el beneficio que ellos pretendían conseguir con esas actuaciones.

Porque además se han dado giros dramáticos a la situación que dan para escribir muchas cosas, no especialmente buenas, pero que tampoco llevan a ninguna parte. Porque en menos de dos años hemos pasado de exigir que el campo debía estar a exigir que de ninguna manera, y claro, eso de ir a favor de una cosa y la contraria con la misma vehemencia y que no haya nada que cambie salvo el hecho de ver cerca el final, es raro, cuanto menos, raro.

Y es que las obras siguen, el dinero se tiene, la mejor empresa del mundo prepara el futuro campo para que sea una máquina de generar dinero, y todo eso, que debería ser algo que, sin celebrar nada, se considerara positivo, parece que ha encendido aún más los ánimos de todos aquellos que andan en contra de cualquier cosa. Porque considerar que sólo es por el tema del campo, mucho me temo que se queda bastante corto viendo todo lo que ocurre.