“Competición” para ver quién es más del Valencia

Repartir carnets de aficionado del Valencia me parece una de las cosas más marcianas y absurdas que se pueden hacer, además de algo muy sucio, porque esto siempre lleva aparejado algo negativo, algo muy negativo, y que suele desembocar en que los que son más que otros acusan a los que se supone que son menos de barbaridades sin ningún tipo de fundamente. Y que encima suelen terminar con algo muy parecido al odio.

Aquí todos somos del Valencia, normalmente desde el día que nos parieron, y hasta el día que nos muramos. Y todos lo somos por igual, pensemos lo que pensemos, nos caiga bien quien nos caiga bien, y le tengamos tirria a quien le tengamos tirria. Y esa realidad, que se quiere cambiar, alterar y hasta acoplar a ciertos relatos que siempre van en paralelo, es algo que no podemos permitir de ninguna de las maneras. Pero de ninguna.

El proceso de venta fue una vergüenza en todos los aspectos, y sembró un odio que jamás se debía haber sembrado. Pensaba, ingenuo de mí, que habríamos aprendido esa lección, al menos esa lección, pero con el paso de los años, y sobre todo de las cosas, te vas dando cuenta que no, que de ninguna forma, que ahora estamos incluso peor. Y ves incluso que algunos que iban en una dirección, sin hacer prisioneros, ahora van en la contraria haciendo lo mismo. Y eso no puede ser el Valencia.