El viernes, ante el Sevilla, el Valencia se lo juega todo

El Valencia disputa la enésima final de este año el viernes en Mestalla, y claro, como en cualquier final, lo único que vale es ganarla, porque no tenemos margen de error. Aquí no se quiere llegar de nuevo a las jornadas que cierran el año con los deberes por hacer, y la única manera de que eso pase es ganando la mayor cantidad de partidos, o al menos de puntos, posibles. No quiero entrar en más historias que además son pasado, pero es así.

Se ha fiado todo a Mestalla casi desde el día que llegó Corberán al banquillo del equipo, y lo cierto es que llevamos 15 de 18, perdiendo sólo ante el Atlético de Madrid. Nadie va a negar que estos números son buenos, muy buenos, y que con ese porcentaje de puntos nos salvamos... siempre que no se falle nunca, algo que nadie puede garantizar en el mundo del fútbol ni aunque seas el mejor equipo del mundo, sin lugar a dudas.

Y es por ello que no ganar demasiados partidos "inesperados" nos condena a no cometer un solo error de aquí y hasta la salvación, guste o no guste. Y es por eso que el viernes, otra vez, tenemos una nueva final, con la misma necesidad, con los mismos actores, con el mismo escenario, con el mismo todo. Y además, con esa sensación de basta ya, de parar de una vez, de que esto se termine porque está siendo realmente largo.