Pues menos mal que el Valencia ganó el domingo…

El lunes de esta semana parecía que el Valencia había perdido contra el Mallorca, y no ganado 1-0. Hace mucho tiempo que sólo soy oyente de radio en el coche, y televisión no veo porque me dedico a leer, pero estos tiempos modernos hacen que puedas estar al tanto de todo simplemente ordenando bien tus redes sociales, haciendo tus listas de temas que te interesan, y siguiendo a quien te genera esa curiosidad diaria por lo que pueda decir.

Y he de confesar que lo del lunes, el sentido apocalíptico de muchos mensajes, no lo terminé de entender, aunque es cierto que podía compartir parte de la forma con ellos, que no el fondo, porque no me entra en la cabeza. Es posible que mi posición sea sencilla respecto a todos aquellos que se tienen que batir el cobre a diario y que se encuentran con mil problemas, pero es que cuando se gana, y más después de la jornada que se dio, igual el mensaje debía ser otro.

Y no hablo de sacar autobuses descapotables, que aquí pasamos del blando al negro con una facilidad y una rapidez que da miedo. Con el tiempo creo cada vez más en el mensaje ponderado, en que no hay que forzar que pasen las cosas que yo quiero sino contar las que pasan, y eso es algo que no se nos da demasiado bien, y tampoco lo logro comprender. Pero vaya, si esta es la tónica, quiero a todo el mundo muy cabreado el lunes que viene, desde luego.