Y cuando el Nuevo Mestalla ya es una realidad firme, silencio en Valencia

En Valencia ya no hay nadie que critique el Nuevo Mestalla, porque ese hilo, que ha dado de sí mucho más de lo que tendría que haber sucedido, simplemente se ha terminado.

Han sido muchos años de vergüenza, de asquerosa vergüenza, porque la obra lleva parada tres lustros, nada menos, mucho antes de que Lim llegara, y hemos pasado los últimos años intentando usar ese desastre en beneficio de la política, y de otros intereses mucho más oscuros, si es que eso es posible en los días que estamos viviendo.

Se han intentado usar al Valencia, sacar rédito, y el campo y su máximo accionista, la verdad, eran una tentación demasiado grande como para dejarla pasar. El problema es que los que lo han hecho han demostrado una ignorancia supina, y el tiro les ha salido por la culata, y lo digo sin entrar en política, porque a todos los quiero bien lejos de mi club, que jamás estén cerca, nunca más.

Pero ahora me centro en el silencio, en ver que la batalla ha terminado, en que lo que debería ser una buena noticia para la ciudad, que terminará una obra importante que marcará también el futuro en otros aspectos, está pasando de puntillas, porque nadie, de hecho, se puede anotar el tanto de haber conseguido nada.

En todo caso María José Catalá, que desde el primer día, al menos le dio un sentido lógico uy práctico a algo que adolecía de todo eso de forma alarmante. Pero no olvidemos que el día que se corte la cinta, que llegará y no falta tanto, ese día habrá codazos por colocarse en primera fila. Algo que he dicho muchas veces durante estos años.