La semana del horror y el inicio de la incertidumbre

Pensábamos que lo habíamos visto con la crisis del COVID, aquella etapa fue surrealista en todos los sentidos y tuvo alcance mundial. Pero no cabe duda de que 2024 está siendo un año negro para todos los valencianos, la tragedia del incendio de Campanar no se olvida pero el mes de noviembre nos ha traído el terror más absoluto. Ayer se cumplió una semana del desastre y la sensación es tan desoladora que parece que lo peor no ha pasado.

Seguimos repitiéndolo, cuesta mucho hablar de fútbol pero tarde o temprano la competición tendrá que reanudarse para todos los equipos valencianos. Eso sí, esta semana todavía es pronto aunque pese al dolor el debate está en la calle. Se tome la decisión que se tome respecto al encuentro frente al RCD Espanyol habrá gente descontenta, desde luego, la gran mayoría desea que el fútbol siga parado en lo que a los equipos valencianos respecta. No obstante, también hay ciudadanos que opinan que el fútbol puede servir de distracción pese al dolor (toda opinión es respetable pero insistimos en que queda demasiado trabajo por hacer para volver a una mínima normalidad).

Por último, hay que mantener la cabeza en su sitio y el Valencia tiene que hacer una reflexión sobre el momento que se está viviendo y por supuesto planificar el regreso tanto en la parcela deportiva como institucional. Los clubes valencianos se han volcado y la solidaridad ha sido total, nada que reprochar en este aspecto. El dolor, la tristeza y la incertidumbre nos ha invadido por sorpresa por culpa de esta maldita DANA.