Esa manía de hacer siempre de menos al Valencia

En el entorno del Valencia tenemos la maldita manía de hacernos de menos con total naturalidad. Siempre lo de fuera es mejor, siempre los otros son mejores, siempre hay que fijarse en mil sitios… Hasta los goles de rebote, que cuando son a nuestro favor es suerte, y cuando sin favor de otros es porque hay un gran trabajo detrás.

Tengo varios ejemplos claros en mi cabeza de cosas que han pasado en las últimas semanas, pero como no tengo ganas de jaleos con nadie, que bastante hay ya con el día a día, simplemente volveré a recordar que no hace falta ponernos nosotros mismos a parir con respecto a otros para recordarnos cómo estamos, y cómo es posible que hayamos llegado a esa situación.

Porque cada uno tiene sus cosas y barre su casa, y tengamos por seguro que en todas partes cuecen habas, que aquí nos pensamos que todos nos pasa a nosotros y que fuera viven en un mundo ideal sin problemas y en el que todo va como la seda. No, hace falta siempre tener en la boca que somos un desastre, que los demás son mejores o que lo hacen mejor, porque entre otras cosas se compraran peras con peras, y no con manzanas.

Y aunque tengo claro que este ejemplo habrá quien no lo entienda, porque no lo quiera entender, el resumen es que el Valencia es el Valencia, con muchas cosas mal y algunas bien, pero que no venga nadie a decirnos que debemos ser el espejo de que no sé quién, que luego el fútbol y la vida gastan bromas muy pesadas.