Lo que deberíamos hacer en el Valencia, aunque cueste

Quemar la falla, en Valencia, es algo de lo que hablamos mucho. Aunque muchas veces cometo el error, porque es un error, de preguntar qué es eso exactamente. Las ganas nos pueden a todos, a mí el primero, que aquí todos tenemos sangre en las venas, pero cuando se está así, hay que parar a pensar, reflexionar sobre lo que tenemos delante, y con qué herramientas contamos para según qué cosas en este club que nos está tocando vivir.

Y parto de algunos principios básicos. Vamos a sufrir más que en la vida, y eso va a generar tensiones entre gente que somos del mismo equipo. No pienso discutir con nadie que sea del Valencia como yo. Momento de sufrir en silencio. No dejemos que haya otra generación que viva un descenso. Que no sea por nosotros. Y con eso, y siempre hablo por mí y jamás en sentido general para decirle qué debe hacer cada uno, ya está en nuestra mano.

Lim es el culpable de todo, el único. Después puede haber decisiones más o menos correctas, o que salgan más o menos bien, pero el dedo sólo debe señalarle a él. Con los mismos ejecutivos y otro patrón, todo sería distinto, lo queramos ver o no. Mantener la calma es ahora igual de importante que ganar partidos, se mire por donde se mire, aunque entienda a todo aquel que no pueda aguantar más. Es todo muy complicado, muy agotador.