Con sus carencias, respetemos a la plantilla del Valencia

Respetar a la plantilla del Valencia no es pecado. E igual que se puede decir que tenemos carencias, que ojalá sean las menos posibles cuando llegue el 1 de septiembre, que también será tarde pero menos da una piedra (ya me duele pensar así, pero es lo que hay), podemos tener un mínimo de respeto para un grupo de jugadores que, peores o mejores, son los que van a defender nuestro escudo en la presente campaña.

La pretemporada está siendo muy dura a ese nivel, y ya lo vimos el año pasado durante todo el curso, porque cuando perdíamos un partido era algo que no tenía sentido. No digo que hablemos de algo que no existe, es decir, un equipo que pueda aspirar a la Champions, pero de ahí a que vayamos al insulto y al menosprecio como forma de funcionar, pues vaya, no lo veo lógico, no lo veo normal, no lo veo… sin más.

Vamos a sufrir con ellos, y no a sufrirlos, que son cosas que no tienen nada que ver, porque por suerte o por desgracia, ellos son los que deben meter goles y ganar partidos, nadie más, y una cosa es lamentarse de cómo estamos o del máximo accionista que tenemos, y otra hundir a unos chavales que pueden ser culpables de muchas cosas, pero no de nada de lo que nos pasa.

Sé que todo esto son reflexiones de verano que no van a calar en nadie, porque estamos todos demasiado histéricos, pero igual, en algún momento de calma, podríamos reflexionar sobre ello. Creo que nos vendrían muy bien, y al equipo, mucho mejor aún.