Peter Lim es el mayor ancla que tiene el Valencia

La obsesión que tiene Peter Lim con ponerle palos a las ruedas del Valencia es algo que se tendría que estudiar. Porque cuando uno es nuevo, puede cometer errores de principiante, no saber los tiempos, los procesos…

Pero aun cuando se cambia tantas veces de gente de confianza en la ciudad, Lim ya debería saber que por mayo, más o menos, las ligas se acaban o van acabando, hay que renovar, vender y comprar, y que como no lo hagas rápido, te quedas sin las mejores opciones. Hemos hecho lo de Dimitrievski, que es positivo, pero faltan muchas más cosas, entre ellas el entrenador, y sin todo eso, es imposible avanzar cuando estamos a menos de un mes de arrancar la pretemporada.

Y lo que no puede volver a pasar es que los refuerzos lleguen a finales de agosto, porque ya hemos visto lo que pasa en todos los sentidos, y nosotros, lamentablemente, no nos podemos equivocar en nadie, en ninguna decisión, porque cuando eso pasa, que sí, es inevitable, lo pagamos mucho más caro que los demás porque tenemos mucho menos margen de error que cualquiera.

No podemos estar parados, no podemos mirar cómo los demás van y nosotros estamos de espectadores, porque el Valencia no tiene potencia económica en el mercado, y eso nos lastra por encima de lo normal.

Aquí hay muchos fallos de todo tipo, pero lo que no puede hacer tampoco este hombre es tener gente aquí a la que le parten la cara todos los días, y que no puedan tener decisión en temas poco menos que del día a día. Y el gran drama de todo esto no es que pasa, que ya sería suficiente, sino que no hay forma de poder revertir esta maldita y absurda situación. Ya me gustaría tener la fórmula, dese luego.