“Mestalla ya no es el que echaba presidentes”

“Mestalla ya no es el de antes”. Lo llevo leyendo y escuchando mucho tiempo, desde hace 5 años en concreto. Y es curioso, porque muchos de los que defienden esta afirmación son los que se niegan a irse del campo porque su “magia es irrepetible”.

Y no, todo en la misma frase no cabe, es incomparable, por más vueltas que se le quiera dar a esta asunto. Realmente no sé qué es lo que se espera del campo, o mejor dicho, qué se le exige. Porque también hay que explicar las expectativas con respecto a los resultados. Y me explico. Si llegamos el campo, si creamos un ambiente brutal, los partidos, muchas más veces que menos, se ganan.

Y la gente lo sabe, y repite cuando es necesario para los jugadores. Pero protestar, de todas las formas posibles, dentro y fuera del estadio, no hace que Lim se vaya, y eso, el valencianista también lo sabe. ¿Eso es rendirse y cruzarse de brazos? No lo creo, de hecho, afirmo rotundamente que no. Antes, “toda la vida”, se sacaban pañuelos, se giraba la tribuna al palco, y esa acción tenía un efecto.

Ahora no, porque todo es distinto, y no digo, para nada, que eso signifique que sea mejor, porque desde muchos puntos de vista, no lo es. Que el pato lo pague Mestalla, en definitiva la gente, no me parece razonable, porque todo el mundo sabe las cosas que pasan, y los resultados de sus acciones.

Y tienen muy claro, la gran mayoría, que la solución a los problemas es otra, muy distinta, quizá mucho menos evidente ni socialmente relevante, pero a fin de cuentas es la que hace falta para que se cierre por fin este capítulo de nuestra historia.