Ser del Valencia sin que nadie te diga cómo debes pensar

Sólo quiero ser del Valencia, decir lo que pienso, no convencer a nadie, y que me dejen tranquilo con mi forma de ver las cosas. Quiero mi libertad, que es algo mucho más sencillo de pedir que de tener, y parece mentira, porque estamos en pleno siglo XXI y esto no tendría que ser una especie de ruego, sino la más absoluta normalidad.

Nunca he ido a favor de corriente, porque siempre he tenido tendencia a pensar por mí mismo, a no dejar que lo haga nadie por mí, y aunque eso me ha generado muchos problemas a lo largo de mi vida, no me arrepiento de haberlo hecho, ni cuando me he equivocado, porque eso me ha enseñado, y al final, la experiencia, es el cúmulo de errores que vas sumando a lo largo de los años.

Disfrutar de mi equipo, con todo lo que eso conlleva y sin ser ajeno a la situación actual, que nadie es tonto, es algo tan básico que quizá por eso se ha convertido en un imposible, ya que no sólo has de ser valencianista, sino pasar determinados filtros que imponen un grupo de totalitarios dictadores que se ha erigido como los dueños de la moral de este club.

Con todo el respeto del mundo, o sin él, sólo os diré, a todos esos, que con casi 50 años, a mí no me dice nadie cómo vivir mi vida, y el que lo pretenda, o me insulte porque lo hago a mi manera, se puede ir con viaje sólo de ida al sitio este donde han puesto columpios, porque allí, seguramente, se va a sentir como si estuviera en casa.