Generar calma alrededor de Mosquera en el Valencia

Veo demasiadas ganas de vender a Mosquera en ciertos sectores del entorno del Valencia. Lo digo completamente en serio y convencido, porque es como si no pudiera ocurrir otra cosa, como si la salida del central alicantino fuera el único camino. De alguna manera, como si todo fuera a terminar en que el club lo vaya a regalar al primero que pase por la puerta.

Lo primero que pediría es que hubiera un poco de calma, o bastante, aunque tengo claro que es empezar con un imposible, pero es que no conozco otra manera de hacerlo. Ahora mismo se está moviendo todo a una velocidad que seguramente no es real, porque todo el mundo tiene que hacer muchos deberes, y en este caso particular, por quien más tranquilo estoy es por el agente del jugador, Sergio Barila, que es un tipo frío, profesional y calmado, y que seguro que está recibiendo llamadas, pero tiene la suficiente experiencia como para saber lo que es real de lo que son “paracaidistas”.

Hay mucha agitación del árbol, con el nombre de determinados clubes siempre en boca, y en la misma frase se puede leer que hay quien tiene que vender porque no tiene dinero, y que luego vendrán aquí a fichar jugadores. El chico quiere seguir aquí, al menos de momento, y sabe que es lo mejor para crecer, para mejorar, para terminar de hacerse, que no podemos olvidar que sigue siendo un crío.

Que su contrato termine en 2026 es algo a lo que se le debe poner remedio, en año y en dinero, aunque ese es otro tema, porque si se queda, no será por tener aquí la mejor oferta. Veo, insisto, demasiadas ganas de que se le venda, para que alguno pueda decir que tenía razón, como si so ayudara en algo al club, dicho sea de paso. Que juegue, que siga a más cada día, y que generemos todos un ambiente mucho más propicio para que se queda, que parece mentira.