El Valencia y la búsqueda del fin de la agonía

Han pasado demasiadas cosas desde el año 2020, el Valencia se despedía de Europa justo antes de la parte más dura de la pandemia. Pocos podían aventurar que lo peor estaba por llegar aunque la guerra social comenzó mucho antes, justo con la fulminante destitución de Marcelino. Desde entonces vivimos el fútbol a puerta cerrada, manifestaciones multitudinarias, los lamentables espectáculos de Anil Murthy e incluso algún breve momento ilusionante como la final de copa de La Cartuja. Pero por encima de todo lo más angustioso fue la zozobra y el miedo al descenso.

Ahora el Valencia está en plena lucha por volver a Europa justo cuando se ha alimentado un debate con poco sentido (la conveniencia o no de jugar tres competiciones). Está claro que los problemas del club no se van a solucionar con una clasificación europea, hay cuestiones que deben definirse en los despachos (el Nou Mestalla por ejemplo) y la venta del club será un proceso lento aunque tarde o temprano llegará.

Pero el valencianismo necesita una tregua aunque sea momentanea, volver a Europa no sería algo extraordinario en el contexto histórico pero sí en el escenario actual. De entrada representaría poner fin a cuatro años en el desierto y sin cumplir los objetivos mínimos. Es tiempo de unión y de apoyar al equipo en lo que viene; al contrario de lo que opina una minoría demasiado ruidosa el fútbol y el balón sí es lo más importante de las próximas semanas.