Hoy juega el Valencia en Mestalla

En el entorno del Valencia nos da muy igual el fútbol. Alguno pensará que esto es nuevo, o que lo ha inventado él, que los egos están en un punto que dan entre risa y miedo, pero no, para nada es algo que no haya pasado antes, aunque es obvio que ahora todo va encaminado a ciertos intereses, pero que vaya, como eso tampoco se puede decir, pues no se dice, para qué discutir.

Lo que no tiene vuelta es que el partido e Gran Canaria parece haber marcado un punto de inflexión en los que rodeamos al Valencia, en algunos, porque ha sido como la excusa par decir que la Liga está terminada, que por arriba no nos llega porque Peter Lim es un salvaje deportivo, por decir así, y que por abajo no nos cogen porque este año, no como el pasado, parece que hay 3 candidatos a bajar que son muy claros. Y eso ha hecho que se desentierren las hachas de guerra y los mensajes patrióticos, y que nos olvidemos del día en el que vivimos y sólo haya que pensar en el que tiene que venir en algunas semanas, como si eso realmente fuera a valer de algo.

Cuando nos ponemos así, que repito, no es nuevo para nada, me pongo de los nervios, porque no aprendemos, parece que nos guste darnos contra la misma piedra una y otra vez, y luego vienen los disgustos y rasgarse las vestiduras, y la culpa no la tiene nadie, para variar. Somos muy complicados, esa es la pura verdad, y esa complejidad extrema hace que en demasiadas ocasiones esto sea agotador, para todos, los que estamos fuera y también los que están dentro. Pero no lo queremos ver, porque no interesa.