Una derrota injusta del Valencia no puede generar algunas cosas
El equipo anuló a uno de los mejores conjuntos locales de la Liga, y cuando fue a por la victoria, cayó derrotado
El Valencia de Baraja no merece los palos que está teniendo por la derrota en Gran Canaria. En absoluto fue un gran partido, posiblemente tampoco bueno, pero no veo ese desastre que se intenta pinta a cuenta no sé muy bien de qué. Anulamos durante muchísimos minutos a uno de los mejores conjuntos locales de la Liga, que sólo tuvieron una clara en el 89, que fue gol, y luego el regalo del 94, y al que, a poco que hubiéramos tenido la misma puntería que el resto del año, o sólo la misma suerte que ellos, nos habríamos llevado al menos un empate.
El sábado noche fue de esos que no me gustan, en los que despiertas todas las bestias que llevamos dentro, y en el momento en el que todo vale y hay barra libre para decir la mayor animalada posible. Había palos para todos, y de todos los colores, con algunos llevándose la palma, como Peter Federico, que veo que va a ser objetivo claro todo lo que queda de año, o el mismo Baraja, al que se le afeaba el planteamiento, no tengo claro si porque no era bueno, o porque al final no salía bien.
Confieso que sentí fatiga después del encuentro, porque todo volvía a estar mal y “habíamos fallado cuando menos tocaba hacerlo”, volviendo a perder de nuevo esa perspectiva de la que nos hablar el Pipo y a la que nadie hace caso.
Casi la misma plantilla que debía luchar por no bajar es exigida para estar en Europa, y olvidamos que esto va de partido a partido y de no perder nunca la visión de los pies en el suelo. Todos, entorno y opinión pública, quizá deberíamos hacer un poco de reflexión de quiénes somos, ahora, de dónde deberíamos estar, y de dónde estamos. .