La fuerza del Valencia

La imagen de Mestalla el 27 de diciembre es el Valencia y el valencianismo. Lo demás, para quien lo quiera. Se siente, se habla y se está en Mestalla, la casa de todos. Los que fueron, los que somos, y los que, si Dios quiere, serán. Lo decía ese mismo día viendo las fotos del entrenamiento a puerta abierta (que no sé la razón por la que no se hace así casi siempre), y dentro de las muchas sensaciones, esta era la que más mandaba de largo sobre las demás.

Un día de Navidad, en una sesión de trabajo, meter 15.000 personas para ver a sus jugadores, con un ambiente sensacional, habla por sí solo de la salud que tiene ahora mismo este club a muchos niveles, por encima sin duda de lo que haga o deje de hacer la propiedad, que a fin de cuentas no deja de estar de paso, por muy duro que esté siendo. El sentido de pertenencia va muy por delante de todo, y cuando hay ocasión, queda muy claro.

Se ha puesto en duda muchas veces lo que sentía la gente por su club. Se ha hablado de desapego, de alejamiento, de que ya daba todo un poco igual... Dato mata a relato, anda leyendo muchos estos días con respecto a otros temas, y aquí, no hace falta ni darlos. Una sola imagen de la tribuna del viejo coliseo valencianista basta para poder dejar claro lo que piensa la gente. Y eso incluye también los gritos contra Peter Lim, por supuesto que sí.