¿Queremos que a este Valencia le vaya bien?

Cuanto peor le vaya al Valencia, ¿mejor según para quién? Que no se enfade nadie, o que se enfade, que me da lo mismo. Pero esa sensación de que cuando las cosas van bien, o no son un desastre, hay una especie de calma tensa que sólo espera algo negativo para estalla, y cuando pasa lo hace, está muy presente, porque tampoco se hace ningún intento por disimular nada. Y este año ya lo hemos visto alguna vez, y las que nos pueden quedar todavía.

Si la pelota entra, silencio total. No hay mala planificación, el Nuevo Mestalla no está parado, Lim no pasa del club... Pero cuando hay una mala racha de resultados, de repente, ciertas fuerzas afloran con una energía inusitada, como si lo que ocurriera se terminara de dar en ese momento. Hay protestas, manifestaciones, movimientos sociales... Y es algo que, con todo el respeto del mundo, no entiendo de ninguna de las maneras, porque lo que está mal, lo está mal siempre.

Aprovechar la coyuntura para sacar un poco la cabeza no es tener un plan, es simplemente ser arribistas que esperan una oportunidad. Si queremos cambiar las cosas debe dar lo mismo ganar o perder, que venga el Barcelona o el Getafe, que llevamos 5 jornadas sin perder o 6 sin ganar. Porque cuando el patrón de actuación siempre es el mismo, da mucho que pensar. Y encima, si se te ocurre decirlo, como estoy haciendo yo ahora, te ponen a caldo de perejil. Todo muy curioso, y muy previsible.