Dudar del Valencia en Mestalla, nunca

Del Valencia, en Mestalla, jamás se puede dudar. Y sí, podemos perder partidos, claro que sí, nos ha ocurrido muchas veces a lo largo de la historia y nos seguirá ocurriendo, pero de lo que estamos hablando es que de no podemos pensar que ya hemos “palmado” antes de jugar, y mucho menos si el encuentro es en casa.

¿Que el rival es el Barcelona? Como si es el de Guardiola con el mejor Messi, que vengan, que corran más, que estén mejor y que nos marquen más goles, pero hasta ese momento, al menos hasta ese, nosotros seguiremos siendo el Valencia y estaremos en nuestra casa, con todo lo que eso conlleva. El derrotismo es algo que no soporto, en la vida en general, pero cuando hablamos de mi equipo en particular, eso me saca de mis casillas.

Y tengo ojos en la cara, y sé cómo estamos, los que nos faltan y lo que tenemos delante, y que si en el fútbol hubiera un mínimo de lógica lo de hoy igual ni se jugaba porque está muy claro… pero es que esto es fútbol, es ese deporte maravilloso y marrano, que te lo da y te lo quita todo con la misma facilidad, con lo que nunca nada está claro de antemano, sino que al menos hay que esperar 90 minutos, hora y media, antes de dar por muerto a nadie, en este caso al Valencia.

Lo normal es perder, ya lo sé. Lo normal. Pero si voy a todo lo que tendría que ser normal y está relacionado con el Valencia, es posible que estuviéramos hablando de otro club que nada tiene que ver con el que tenemos ahora mismo ante nuestros ojos. Luchar hasta el final, dejarnos el alma en cada balón, y luego miramos al marcador para ver si ha sido pulpo o calamar.