El Valencia pasa a la tercera ronda de Copa del Rey sufriendo, mucho

La segunda ronda de la Copa del Rey nos brindaba un Arosa - Valencia en un gélido martes de diciembre en Galicia. Con muchos suplentes y más chavales, el Pipo afrontaba el partido serio, pero sin olvidar que la vida se le juega el viernes en Getafe. De los días que apetece poco jugar, pero que tienes que hacerlo, y además, ganar. Y lo mejor que puede pasar en este tipo de duelos es que marques pronto y se pongan las cosas de cara.

Y en el 8, Yaremchuk, por fin, se estrenaba como goleador después de cazar un balón dentro del área. Es lo que se le pide, y a ver si este gol le mete en dinámica. Desde ese momento, el partido fue de control visitante, buscando hacer el segundo en una contra y que ya no hubiera que jugar más. Pasada la media hora de juego, lo cierto es que sobre el verde no ocurría nada, aunque eso sí, el campo empezaba a estar pesado. El tramo final del primer periodo veía apretar a los locales, que llegaban con cierto peligro y con mucho corazón. Al descanso mandaba el gol de Yaremchuk.

La segunda parte empezaba sin cambios, y con la idea de intentar cerrar el choque cuanto antes. Pero el susto en el cuerpo lo ponían los locales con dos remates a bocajarro dentro del área a los que respondía de manera extraordinaria Jaume con dos paradas antológicas. Los primeros cinco minutos fueron un desastre total, y el Arosa tuvo otra clara en el 49, pero el remate se iba desviado. El equipo no reaccionaba, aunque el Arosa bajaba un tanto el pistón pasado el minuto 60.

La sensación era que un poco de inspiración bastaba, pero eso no llegaba. En el 67, Amallah estuvo cerca de hacer el segundo de falta, que por cierto, fue lo primero medio bueno que hizo el marroquí en el choque. En el 69 se marchaban Camus y González, y entraban Fadal, debutante, y Fran Pérez. En el 81 se marchaban también Yaremchuk e Iranzo, y saltaban al campo Thierry y Alberto Marí, que volvía después de muchos meses KO. En el 86, otro cambio más, se iba Amallah y entraba Javi Guerra.

En el 87, un error gravísimo de Cenk lo aprovechaban los locales para una contra, Jaume hace un paradón, pero el rechace, al que llegaban solos los delanteros del Arosa, lo mandaban fuera a puerta vacía. Una especie de milagro. El final del encuentro fue desastroso, no se puede decir de otra forma. Pero al final valió el gol de Yaremchuk, y estaremos en la tercera ronda de la Copa del Rey.