A Javi Guerra no le pasa nada, se llama fútbol

Si en el Valencia cuestionamos a Javi Guerra, tenemos un problema. Se entiende perfectamente la necesidad del chico, porque la calidad y el fútbol que tiene nos da una barbaridad, pero al final, la obligación permanente de chavales, no rodeados de veteranos que les liberen un poco, tiene un precio que no hay más remedio que pagar, queramos o no. El sábado contra el Celta no le salió nada, y lo mismo pasó contra el Granada o el Madrid, aunque con matices importantes.

Lejos de acobardarse, siguió pidiendo todos los balones, porque sabe que por sus botas pasan las opciones ofensivas del equipo. Incluso quiso tirar una falta en la frontal hacia el final del choque que quizá no debiera haber lanzado él, pero las ganas de meterse de nuevo, la necesidad de cambiar la inercia, le impulsaron a ello. Por un lado no me gustó, porque debió ser Pepelu, pero por otro sí, ya que ahí se vio de forma clara la personalidad del chaval.

Con todos los críos que tenemos en el equipo hay que tener paciencia, nos guste o no, porque los procesos de crecimiento no son una pizza en el microondas, desde luego. Javi Guerra es uno de los mayores talentos que han salido de abajo en muchísimos años, pero no es el mejor Messi, y eso no lo podemos olvidar aunque nos haga falta que lo sea como el aire para respirar. Es muy duro, todos los sabemos, pero ser conscientes de la realidad nos va a ayudar más de lo que pensamos.