¿A quién le importa de verdad el Valencia?

No tengo nada claro quién quiere el bien del Valencia. E insisto en algo esencial: de todo esto saco al aficionado, al valencianista que sufre con todo lo que ve, y que al final sólo quiere que gane su equipo, que al final es por lo sentimos estos colores desde que nacimos. Siempre ha habido intereses en torno al club, y siempre es siempre, pero lo que está pasando en los últimos tiempos sobrepasa cualquier límite que pueda ser permisible.

Cada vez se ve de forma más nítida que hay gente, mucha gente, que ha visto en el Valencia la forma de conseguir sus fines, y que la institución pueda ser un daño colateral es algo que importa poco, muy poco, porque aquí se hace la guerra por cuenta propia, y el bien general, que es lo que se supone que debe movernos a todos, es algo que ha pasado a segundo plano. O tercero. O directamente nadie tiene en cuenta porque no es importante. Es incluso molesto.

No veo el final del túnel, de ninguna manera. Más bien todo lo contrario. Las caretas han ido fuera, algo que por lo menos hace ver la realidad de un modo diáfano, aunque eso también hace que veamos la cruda realidad con toda su dureza. Cada vez más, aquellos que sólo pensamos en fútbol, que sólo queremos hacerlo, parecemos más bichos raros, gente rara, que, oh Dios mío, quiere que el equipo gane partidos y esté lo más arriba posible. Una locura, visto lo visto.