El modelo de club que debe seguir el Valencia

El Valencia tiene un espejo claro donde mirarse. "Es un equipo que está haciendo muy bien las cosas desde hace tiempo como el modelo de gestión, metiendo a jugadores jóvenes en el primer equipo y luego tienen inversión que marcan la diferencia. Desde la Dirección Deportiva tienen marcada la estrategia y luego Imanol ha conseguido que con jugadores jóvenes de la casa estén compitiendo en Champions”. Las palabras de Rubén Baraja en la previa del partido contra los guipuzcoanos no tienen vuelta de hoja ni tampoco hacen falta que se expliquen.

Es lo que querríamos todos que fuera el Valencia, y este Valencia de hoy en día, con sus limitaciones financieras y con su política de subir chavales de la cantera, se encuentra, aunque haya sido fruto poco menos que de la causalidad, con la gran oportunidad de ponerlo en práctica.

Eso tiene una base fundamental, y es que no haya ventas importantes en los próximos años, da igual los nombres, porque eso es básico para poder tener eso, un plan. A partir de ese punto, todo es posible, siempre y cuando Peter Lim nos deje, que eso es algo que no depende de nosotros, y que es el elemento que lo puede distorsionar todo, o hacer que sea posible.

¿Quién no quiere ser la Real, estando arriba y con gente de casa? Yo creo que nadie, al menos nadie en su sano juicio. Y ahora podemos hacerlo, insisto, porque nos lo hemos encontrado “gracias” a una gestión negligente, pero ahora mismo, más allá de analizar las razones por las que estamos así, que ya las sabemos, lo suyo es aplicar el sentido común y un plan inteligente para hacer virtud de la necesidad. No sería la primera vez en nuestra historia, dicho sea esto de paso.