El miedo del entorno del Valencia

En el entorno del Valencia hay miedo, mucho miedo, y ahora mismo no hay nadie con los suficientes argumentos para hacerlo desaparecer como si tal cosa. Todos tenemos fresco el recuerdo del partido del Betis, con ese gol en contra a los 50 segundos y la sensación de que nos íbamos al pozo sin remisión. Y el alivio al final de ese partido, sumado a una rabia inmensa por haber estado tan cerca de hacer un ridículo espantoso.

Los culpables de aquello son varios, y viene de tiempo, con un máximo responsable indiscutible, Peter Lim, que se supone que era el que iba a hacer que las cosas fueran totalmente distintas en esta campaña. La gente se ha sacado los pases, han hecho colas para poder tener los nuevos, se están vendiendo las camisetas, cuando se pueda ver al equipo en directo se acudirá en masa…

Pero el miedo sigue ahí, impertérrito, esperando que lleguen unos fichajes que se necesitan, y que salgan unos jugadores que no tiene objeto alguno que continúen aquí por razones deportivas y económicas. El club debería hablar, tendría que hacerlo, y espero que así sea cuando el equipo vuelva del stage de Suiza, porque Layhoon Chan debe decirnos qué buscamos este año, dónde queremos ir, y sobre todo, cómo queremos hacerlo, porque ahí está la clave de todo.

Baraja aguarda, trabajando y paciente, porque él se ha comprometido a una serie de cosas. En el club se trabaja, me consta, a la espera de que el dueño agilice las cosas. Pero yo sigo pensando en el valencianista que busca en cada momento noticias relacionadas con su club que le hablen de fichajes. Y para él, este verano se está haciendo demasiado largo, y le queda más de la mitad.