Lucas Boyé o un fichaje muy complicado para este Valencia

Lucas Boyé quiere ser fichaje del Valencia, pero ahora mismo es muy complicado. Es un perfil de delantero muy distinto a Rafa Mir, que parece que será el primero en llegar, y eso puede ser positivo a la hora de tener varios registros, sumando también a Alberto Marí y Hugo Duro, que veremos cómo quedan en el escalafón de la plantilla.

Lo de Boyé, sin embargo, es una situación meramente financiera, porque su club, el Elche, no baja de los 10 millones de euros por un traspaso, y eso, a día de hoy, es poco menos que un escenario extraterrestre para el Valencia, que anda salvando ese tipo de opciones de obligatorias de cara al curso que viene con el propio Mir o con Amallah, y que no tendría nada claro, también a nivel de lo que luego pueda caber para la inscripción, que aquí somos muy felices a la hora de pedir cosas, pero luego nos olvidamos de las reglas del maldito Fair Play Financiero.

Y sí, por supuesto, la culpa es de Peter Lim, pero con recordarlo cada 30 segundos y gritarlo a pulmón abierto, por desgracia, la cosa no cambia en absoluto. La voluntad del chico, como siempre decimos porque es así, resulta clave, aunque no le veo forzando una situación, porque también sabe con quién se la juega y lo que le debe a nivel deportivo a Christian Rodrigo Bragarnik, el propietario del club ilicitano. Si logramos la venta de Yunus Musah es posible que tengamos algo más de margen, pero resulta casi imposible pensar que, con todo lo que debe venir, nos quepa un traspaso, al menos este verano, de esa cantidad de dinero.