La única solución real que tiene el Valencia se llama dinero

“La única solución que tiene el Valencia es pasta, mucha pasta”. El viernes pasado desayuné con un valencianista muy importante, de una familia más que respetada en el entorno de este club, y de la que no se puede tener ninguna duda. Estaba en contra de Lim, y como decía, “todos estamos de acuerdo con el problema, pero no con la solución”, algo que me gustó, básicamente porque yo pienso lo mismo.

Cuando alguien como mi interlocutor de ese momento dice cosas como esa, ves todavía más claro que no estás loco, que el camino sólo es uno, y aunque eso no significa que nos guste, como hemos dicho ya demasiadas veces, es la única realidad. El “festival” del Valencia es mucho dinero, pero mucho, incluyendo la compra a Lim, la deuda neta, acabar el campo, vender el actual, hacer una plantilla al nivel que todos queremos…

Y pensar que eso queda solucionado con los 112 millones de euros de la iniciativa “De Torino a Mestalla”, es lo que decía esta misma persona, “llamar al número de emergencias o al teléfono de la esperanza”. Sin dinero no tenemos nada que hacer, y que los aficionados sean los responsables de ponerlo o de buscarlo, no sólo me parece una burrada, sino algo totalmente injusto porque no tiene ningún sentido ni hay por dónde cogerlo.

Al Valencia hay que ponerlo en valor, se tienen que poner en marcha muchas cosas, se debe gestionar como Dios manda, y cuando todo eso pase, que debe pasar porque es bueno para todos, la venta estará más cerca, porque los compradores comenzarán a surgir. Lo demás, con todo el respeto y cariño del mundo, son brindis al sol, que están cargados de sentimiento, pero vacíos de contenido real y tangible.