El adiós a un capitán del Valencia

Qué gran error del Valencia con Toni Lato. Lo digo como lo pienso, y es posible que me muerda la lengua, porque saldrían de mi boca cosas mucho más salvaje que tampoco llevarían a ninguna parte. Que Toni se iba del Valencia es algo que se sabía hace meses, pero cuando ha llegado el día, ha dolido como si fuera algo inesperado. La metedura de pata del club es dantesca, y más en el contexto en el que estamos, porque no valorar a alguien de casa no tiene sentido alguno.

Se marcha del Valencia con clase, con estilo y, sobre todo, con sentimientos a flor de piel. Mallorca disfrutará de un gran jugador, y de una gran persona, porque aquí no hemos sabido valorar eso que teníamos al alcance de la mano. El cariño que le tengo a él y a su familia me ciega en muchas cosas, pero viendo cómo ha reaccionado todo el entorno, tengo claro que ha conseguido algo muy complicado en estos lares, y más cuando no eres titular indiscutible.

Vuestro apoyo incondicional, vuestros cánticos y vuestro amor por el Valencia han sido la fuerza que me ha impulsado durante estos años. Jugar en Mestalla ha sido un sueño hecho realidad para mí. Sentir el apoyo de la afición en cada partido y el rugir de las gradas ha sido algo mágico. Además, tener la oportunidad de levantar la Copa del Rey en 2019, ante el Barcelona, fue un logro increíble y el resultado del esfuerzo y dedicación de todo el equipo. El recuerdo de aquel día perdurará en mi memoria y en el corazón de todos los valencianistas.

Quiero agradecer a todos los que han sido parte de mi trayectoria en el Valencia. A mis compañeros de equipo, entrenadores, cuepro técnico y todos los empleados del club que han estado a mi lado en este viaje. También quiero recordar a aquellos aficionados y empleados del Valencia que ya no están entre nosotros, pero que dejaron una huella imborrable en la historia del club. Su pasión y entrega siguen viviendo en nuestros corazones.

Ser el capitán del Valencia ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida. Representar a este club y a mis compañeros en el campo ha sido un honor y una responsabilidad que he llevado con orgullo. Ha sido un sueño hecho realidad.

A la afición, a vosotros quiero daros las gracias de corazón. Gracias por hacerme sentir parte de algo especial. Siempre llevaré vuestro espíritu conmigo, en cada partido que juegue, en cada paso que dé. Hoy me despido, pero sé que esta historia no acaba aquí. El Valencia siempre estará en mi corazón y sé que el club seguirá brillando en el futuro. Gràcies per tot, amunt! ¡Ha sido un viaje inolvidable!