Si Peter Lim no ayuda, no tendremos un Valencia digno

Peter Lim es el gran mal que tiene el Valencia, y no hay modo de darle la vuelta a esa situación. Lo he dicho ya varias veces, pero es que es así: ni ganando la Champions, que obviamente es algo utópico, se revertería esa ruptura total entre Meriton y el valencianismo. No sé qué piensa este señor desde hace varios años. Ni yo ni nadie, porque elaboramos muchas teorías, algunas maquiavélicas, pero no hay forma se saberlo, ninguna.

Si yo fuera Lim me intentaría poner en la piel de Mansour bin Zayed, el dueño del Manchester City. Tengo un club de fútbol, le meto dinero como si no costara (que igual es uno de los problemas) y busco ser el mejor de la tierra hasta que lo consiga.

El jeque tiene más dinero que Lim, eso es algo evidente, pero con una gestión mejor, que a nivel deportivo no es nada complicado, y con una propiedad invirtiendo como Dios manda y generando estructuras propias para ser autónomos, las distancias, más allá de las insalvables, no serían las que son. Seguro que Lim vio la final de Estambul, totalmente seguro de ello. Pero no tengo tan claro que imaginara que uno de los dos equipos fuera el suyo, algo que cualquier valencianista soñaría todos los días.

Quizá, insisto, el error es ese, pensar por él pero con nuestra mentalidad blanquinegra, algo que Lim nunca tendrá, aunque hubiera hecho siempre las cosas de la mejor forma posible. No quiero pensar en cosas irreales, porque tristemente, ahora mismo me doy con un canto en los dientes si el Valencia fuera normal, simplemente normal.

Pero si él no quiere, si no le da la gana, si insiste en tenernos como estamos, todo dará igual, nada será posible. Y esa jodida sensación es la que nos come por dentro, nos desgarra, nos cabrea y nos angustia, todo con la misma intensidad.