Ganar y terminar con la pesadilla del Valencia

Si el Valencia gana en Mallorca, se acabó la peor temporada de los últimos 40 años. Se pondría fin a una agonía que ha durado muchos meses, que nos ha tenido con el miedo metido en el cuerpo todo este tiempo. Que nos ha tenido sin dormir y deseando que el equipo no jugara, porque eso era sinónimo de mal de estómago, de cabeza, de nervios, angustia… Ganar y que se termine todo, al menos en la parte deportiva, porque a nadie escapa que el gran problema que tenemos no es solo salvar la categoría, algo “fácil” al lado de lo otro, que no es ni más ni menos que Peter Lim.

Supongo que ahora empezamos a escuchar aquello de “lo vamos a echar”, como si fuera una causa-efecto, y que también empezaremos con lo de vaciar Mestalla el domingo, que ojalá no sea necesario llenarlo porque ya tengamos los deberes hechos. Sólo recordaré que eso ya se ha hecho, que esa foto de impacto mundial ya se ha tenido, y que los cambios generados en el Valencia por todo ese proceso, cierra civil entre valencianistas al margen, ha sido cero. Pero de ese tema podremos hablar, ojalá, una vez tengamos finiquitado el asunto de la salvación, que ahora mismo sigue siendo lo más urgente que tenemos delante.

Por eso es tan importante ganar y acabar. Conseguir un tercer triunfo seguido, algo que no se ha visto por estos lares desde hace mucho tiempo, y que sería la mejor forma de sellar un final de trayecto del que nadie queremos acordarnos, porque una vez llegados a la meta, desde luego, no hay nada que celebrar. En todo caso es una sensación de alivio que no se paga con dinero, y que estoy seguro que todos los que amamos al Valencia de corazón estamos deseando sentir, porque han sido muchas semanas de sufrimiento extremo en todos los sentidos.