El futuro del Valencia se decide en varios frentes

El Valencia vive un verdadero momento de inflexión con dirección incierta, todos esperan que se pueda revertir la dinámica negativa y de esa forma espantar un descenso que sería devastador para la entidad. Como hemos comentado en este parón, el valencianismo se ha concienciado sobre la prioridad en estas semanas, que no es otra que la de apoyar a los jugadores y el cuerpo técnico y hacer de Mestalla un auténtico fortín.

En el momento en el que la salvación se confirme será el momento de fijar el foco en otros aspectos; hay que poner freno a esta travesía por el desierto que ya dura demasiados años y que ha llevado al Valencia a la zona roja de la tabla. Pero las incógnitas a nivel institucional son demasiadas, con un máximo accionista que no parece decidido a vender sus acciones y una oposición muy activa pero sin músculo financiero que pueda servir para plantear una alternativa real en el club. 

Llegar a acuerdos y finalizar las obras del Nou Mestalla es la gran llave para una solución a medio plazo. Los cambios no serán rápidos y pensar en lo contrario es engañarse, pero tanto el club como la ciudad necesitan poner fin a una batalla urbanística que no termina de solucionarse. La viabilidad económica del Valencia pasa por la finalización de las obras, también hay que tener en cuenta que un proyecto de estadio firme podría atraer a nuevos inversores que apuesten por un club que en estos momentos ha perdido gran parte de su atractivo. El futuro del Valencia CF está en juego en varios frentes.