El Valencia debe recuperar a uno de sus capitanes

Quien quiera matar a Gabriel Paulista en el Valencia, que no cuente conmigo. Tampoco soy más que un aficionado, pero no entiendo, de ninguna manera, que se le ponga poco menos que precio a su cabeza. No está bien, lo sabemos todos él el primero, pero de ahí a decir que está acabado, que no se le puede tener en plantilla con ese salario, que se debe pensar en una salida, o cualquiera otra de las barbaridades que se han dicho estas semanas, hay un trecho que se debe tener mucho tiento para pasar. Estamos hablando de un tipo que es un referente, y eso hay que ponerlo en valor.

En el último partido de Liga contra el Betis fue duro verlo en el banquillo, no porque nos sepa mal que juegue Ozcakar, faltaría más, sino porque fue la normalización, a día de hoy, de algo que es evidente: es el cuarto en la rotación de Gattuso, y eso no estaba en los planes de nadie, incluido el propio entrenador italiano. Ver a Diakhaby, Cömert y Cenk al nivel que están es una maravilla, porque tener a cuantos más mejor enchufados es esencial para poder luchar hasta el final por estar arriba. Y eso también pasa porque Paulista nos dé su mejor versión.

Se trata de ayudar, no de señalar, juzgar y sentenciar, y eso es algo que no se está respetando en la figura de un capitán del Valencia, que lo ha dado todo siempre, y que muchas veces ha puesto en riesgo su físico primando al equipo por encima de su interés particular. Calma y respeto, y mucho trabajo en estas semanas que son tan importantes. Y confianza ciega en un tipo que siente esta camiseta, que ya demostrado muchas veces que la entiende y la respeta, y que en su día se quedó descartando otras opciones precisamente por todo esto.