¿Y si resulta que el Valencia no es un desastre total?

¿Y si el Valencia no es una completa ruina? Sí, sé que es un contexto que no contemplamos, porque damos por hecho que esto s el caos más absoluto de todos los tiempos, que estamos a un paso del precipito y que la trama Mendes y toda la retahíla tradicional de estos tiempos que nos ha tocado vivir. Que hemos vivido tiempos mejores es evidente, aunque muchas veces haya sido a costa de hacernos trampas al solitario y engordar una deuda “que ya pagará el que venga detrás”.

Y también los hemos vivido peores, con jugadores en huelga por no cobrar, descensos a Segunda, a un paso de la liquidación, en manos de un banco que era el que marcaba el futuro… Hemos tenido de todo en más de 100 años, y aunque está claro que lo que importa es el aquí y el ahora, no podemos dejar de hacer un análisis completo, con la foto total, y no sólo una parte. Deportivamente hemos tenido mejores equipos, y peores también, que hay que tener memoria.

Gestores hemos tenido de todos los colores, pero por desgracia, sólo uno que haya puesto dinero de verdad, y se llama Peter Lim. ¿Eso le da derecho a todo? No, le legitima a hacer con su empresa lo que considere, siempre que no sea ilegal, pero es lo que tienen vender tu alma al diablo, que no puedes hacer nada más que protestar. ¿Pero y si resulta que no nos hemos dirigido a un precipicio del que no se puede escapar? ¿Nadie ha considerado esa opción?

Yo sí, y no porque tenga especial predilección por el de Singapur, que hace años que se cortó el cordón, sino porque pienso que las cosas se hacen por algo por un lado, y que si nos hubiera querido dejar caer, ya lo habría hecho. Veo un club que da pasos, después de mucho tiempo. Veo una idea deportiva clara, que llevará su tiempo, pero que es apasionante. Y observo un futuro en el que muchos tienen que hacer corriendo lo que nosotros empezamos a hacer, de forma muy mejorable, hace casi 3 años. Intuyo una carrera de fondo y no de velocidad, y que quizá, pudiendo estar mucho mejor, no estemos al borde de la defunción.