La estupidez de refundar el Valencia

“Lo mejor es refundar el Valencia y empezar de cero”. Igual lo mejor es que alguien se meta la lengua donde la espalda pierde su casto nombre, pero eso es posible que fuera considerado cualquier tipo de insulto de estos modernos de la nueva ola. Seguimos dando vueltas a este tema, que mucho me temo que se va a intentar poner sobre la mesa, porque el personal ya empieza a tener claro que a Lim no se le va a sacar con los métodos tradicionales, y que hasta la fecha, la justicia no ha visto ni indicios siquiera de cuestiones que pudieran quitarle la administración de la sociedad mercantil.

Esa pared era algo con lo que se podía encontrar el relato, y ahora mismo, se va camino de ello. Así pues, o viene alguien y le compra, que esencialmente estaríamos igual porque no controlaríamos nada, o nos vamos por la taza del wc y algún redentor recoge las cenizas y empieza de nuevo. Y una mierda, dicho sea sin ningún respeto, porque sólo la idea ya no lo merece.

Durante los últimos años hemos asistido a muchas cosas que no tenían sentido aparente, pero que obviamente tenían un fin. Ahora que ese camino no está nada claro, por no decir que ya es una vía muerta de forma y manera oficial, sólo queda el comodín del público, algo a la desesperada.

Y en este punto tengo muy claro que el valencianismo se va a comer con patatas a quien ose alzar esta bandera de forma pública, e intuyo que nadie va a tener narices de hacerlo, porque saben que quedarán marcados. Pero amigos tenemos todos en todas partes, en todas las reuniones, físicas y telemáticas, y sabemos lo que se cuenta en ellas, y quién lo hace. Y por ahí, queridos, ni soñando vais a pasar.