Ricardo Arias es el Valencia, es intocable, y es muy buena persona

El Valencia es Ricardo Arias, y con él, todo siempre se explica mucho mejor. No sé si todos tenemos claro que estamos ante un embajador, como se llaman ahora, de primer nivel, quizá el mejor que pudiera tener el club para poder ser su imagen en todas partes.

Porque representa, entiende y explica todos los valores que encierra el valencianismo, y tiene a bien siempre una cosa que jamás ha dejado de hacer: el Valencia va por delante de él, siempre, sean cuales sean las circunstancias. Y han sido muy duras, muy jodidas, eso lo sabemos los dos muy bien, y nunca, jamás, salió una mala palabra de su boca contra la entidad ni contra nadie que estuviera o hubiera estado en ella.

No sé cuántos de nosotros podemos hacer gala de algo así, pero mucho me temo que entre uno y ninguno. Cada cosa que pasa, que hace, que dice, me refrenda mucho más en este pensamiento, porque además, su figura, por fin, está siendo valorada en su justa medida, en la que realmente merece alguien que lo dio todo, y todo es todo, por unos colores y una forma de vivir.

Y además tiene algo que está también a la altura de pocos: humildad. Hace unos días se inauguraba una exposición suya en Catarroja, a la que tuvo a bien invitar a mi familia. Pues bien, hace unos días, apareció por allí, sin focos ni cámaras. Y cuando le preguntaron qué hacía, su contestación fue de Richard al 100%: “he venido a verla con tranquilidad, que el día de la inauguración no pude”. Es el Valencia, mande quien mande, esté quien esté, porque él sólo le rinde pleitesía al escudo, que siempre está.