Intensidad y decepción en una noche de contrastes para el Valencia

Noche triste en Mestalla por el resultado final, el equipo de Luis Enrique ganó en el último suspiro. Repasamos los detalles que dejó el Valencia-Barcelona.

Crueldad en el descuento

Lo justo habría sido el empate pero la gran diferencia entre los dos equipos está en la definición. Al Valencia se le hizo de noche en área contraria y sin embargo Lewandoski se sacó de la chistera una genialidad cuando el encuentro agonizaba.

Los problemas de Cavani

Su salida del terreno de juego fue un varapalo par el Valencia pero lo más preocupante es que los contratiempos siguen sumándose. Ha sido sustituido en la mayoría de los partidos y en la noche de ayer su tobillo no resistió más de un cuarto de hora, un problema serio ya que Cavani es el hombre más desequilibrante del Valencia de Gattuso pero su estado físico le está pasando factura.

Insistir en una idea

Venimos repitiéndolo durante toda la temporada, el Valencia ha ofrecido buenos momentos de juego pero tan solo tiene una manera de encarar los partidos. En la primera mitad la salida de balón desde atrás fue desastrosa y tampoco ayudó la inseguridad con los pies de Mamardashvili. Los riesgos fueron innumerables y ante el Barça el Valencia no pudo disfrutar del balón y lo que es peor, en la mayoría de acciones terminó perdiendo la pelota en zonas del campo realmente peligrosas.

Cambio de papeles

Al contrario de lo que venía ocurriendo en anteriores encuentros el Valencia mejoró tras el descanso. Hubo mayor coordinación y mecanismos más consolidados, el Barcelona creó mucho menos peligro y el Valencia inquietó con más insistencia. Se sigue sin firmar un partido redondo pero en esta ocasión el equipo tuvo la madurez de crecer durante el encuentro, poco que tirarle en cara a los jugadores en entrega y prestaciones en la segunda mitad.