Cola en las oficinas del Valencia para pagar la tribuna solar del Nuevo Mestalla

El Nuevo Mestalla tendrá cubierta solar, y hay muchas empresas que quieren pagarla. Sí, he dicho pagarla, porque el Valencia sigue siendo un gran negocio, porque es algo que llama la atención de muchos y en muchos sitios, y porque una obra civil como esa, de carácter privado (privado, no se olvide nadie), atrae a empresas y fondos que desean asociar su marca con algo tan significativo.

¿Que puede haber quien no se lo crea? El mundo es libre, y cada uno puede hacer lo que le dé la gana, pero esa manía tan fea que tenemos de hacer de menos al Valencia nosotros mismos, de pensar que aquí no viene ni el tato, o de empeñarnos en pensar que porque esté Peter Lim tenemos poco menos que la peste, que ha funcionado durante un tiempo pero ya no, ni ayuda ni suma, y es más, no es ni cierto, que es algo que se debería celebrar, dicho sea de paso.

Confundir a Meriton con el club, eso que se dice siempre que se tiene claro pero que los hechos demuestran que no, es lo que ha llevado a pensar de esta forma. Y me llama poderosamente la atención que nadie hable de este asunto con más frecuencia y normalidad, porque incluso dentro de esa gente que quiere invertir en el futuro campo, hay “cañones” de empresas de primer nivel.

Pero nada, sigamos con nuestro relato catastrofista, con la cantinela del low cost, con los políticos intentando sacarle el último partido electoral a este asunto, y olvidando que lo importante es que tengamos nuestra nueva casa cuanto antes. Cada día entiendo menos las cosas, pero ya debe ser cuestión de edad, no me cabe otra explicación.