Un medio centro que puede ser central, y mundialista, y juega en el Valencia

La increíble historia de Hugo Guillamón puede tener un final, a corto plazo, brutal. En el verano de 2020 estaba sin contrato, esperando a que el Valencia le hiciera una oferta, la que fuera y a pesar de haber debutado con el primer equipo, para quedarse en la que es su casa, donde quería estar. Estaba así porque la anterior dirección deportiva, algo perfectamente lícito, no creía en él y lo consideraba prescindible. Todos nos equivocamos, hasta los buenos.

Renovó y esa campaña jugó 27 partidos oficiales entre Liga y Copa del Rey. Todos ellos como central. En la campaña siguen, con Bordalás al mando, pasó al centro del campo, y se fue a 37 encuentros oficiales, incluida la final de Copa, y el debut con la selección nacional absoluta después de haber jugado en todas las inferiores. Con Gattuso es titular indiscutible, y eso ha hecho que, con 22 años, sume 76 partidos oficiales con el Valencia y esté en la última lista de Luis Enrique antes del Mundial de Qatar, lo que le da unas opciones de jugarlo muy importantes.

Además, todo parece indicar que va a ampliar su vinculación con el Valencia más allá del 30 de junio de 2023, que es cuando vence su actual contrato… ese que se renovó casi de milagro en 2020. Tiene un ejército de haters, cómo no, pero está claro que todos los técnicos lo consideran básico y esencial, y eso será por algo, porque los perfiles que lo han hecho son muy distintos unos de otros. Tanto si va a Qatar como si no lo hace, lo de Guillamón es una historia brutal, pero si termina jugando el Mundial, sin lugar a ninguna duda, estos tres años de su vida van para un buen libro.