Un entorno del Valencia más calmado, por favor

Sin guerras en el Valencia o soñar con un imposible. Es algo que llevo diciendo desde que llevo en los medios, y la cosa ya ha superado los 28 años. Y no ha habido forma de conseguirlo nunca, ni cuando éramos campeones de todo, que no se piense nadie que esto sólo ocurre en época de vacas flacas. Sucede igual, pero cuando viene mal dadas todo se acusa de un modo mucho más exagerado, porque en seos momentos es cuando hay que estar más unidos, y cualquier problema, por pequeño que sea, alcanza el rango de tema muy serio.

Estos días hemos vuelto a vivir cómo se montaba un cisma de mucho cuidado a cuenta de Sandra Gómez. Un tipo, sin conocimiento, le llamó gorda en el programa de Julio Insa, sin decirlo así. Eso no se puede hacer, de ninguna manera. Lo mismo que tampoco se puede lanzar ningún tipo de improperio a nadie por pensar de forma distinta. A mí me han llamado muchas veces gordo, y he llorado mucho de pequeño, por lo que nadie me tiene que explicar qué es. E igual que yo sufría, lo hacían y lo hacen otros con comportamiento similares, pero que se aceptan a nivel social.

Se ha abierto una brecha más entre los que se han posicionado al lado de Sandra Gómez, como si eso hiciera falta, pero olvidan que ellos mismo dicen lo más grande de mucha gente que no es de su corriente de pensamiento. Alcanzando muchas veces insultos racistas o de odio, pero oye, que se aceptan como normales. En cualquier caso, otra trifulca más. Lo mismo que a cuenta de cantar el himno regional o no antes cada partido. ¿Pero nosotros nos miramos en un espejo cuando sacamos estas cosas a pasear? ¿En serio?