Destrozar a Carlos Soler: una mala costumbre demasiado frecuente en Valencia

Carlos Soler representa una de esas injusticias vergonzosas del entorno del Valencia. El partido del canterano fue malo en Bilbao, muy malo, y el gol de la derrota viene de un fallo suyo... y de la defensa que no recula bien, y del portero, que puede hacer mucho más. En definitiva, es algo colectivo, de todos, aunque el señalado fue el capitán, porque aquí nos gusta hacer eso, y con determinados futbolistas, mucho más aún. Estuvo muy mal, eso no es discutible, pero quererlo fusilar al amanecer me parece lamentable, y aquí todos podemos opinar.

Que las cosas se iban a mezclar con él lo dije hace año y medio, porque uno ya va teniendo más años de cuartel que el palo de la bandera. Cuando se está en un proceso de renovación, y el problema es dinero, si juegas mal se achaca a que tu cabeza está en otro sitio, y si lo haces bien, nadie dice nada. Pero es que con Soler se llega a niveles marcianos, porque se pone en duda que tenga capacidad, y hasta hay incursiones en su vida privada, lo que me parece una absoluta falta de respeto que no se puede ni se debe consentir por parte de nadie. 

Luego le vamos a exigir una fidelidad firmada en sangre, que sea valencianista por encima de todo, y que renueve por lo que le pongan encima de la mesa. Y no, no entro en el juego, porque si fuera por mí y por mi forma de pensar, Soler y Gayà estaban en la grada hasta que renovaran su contrato o se fueran libres el 30 de junio. No entiendo al entorno cuando nos ponemos así, no lo entiendo. "La venta tendría que haber sido él", se leía más de una vez después del partido. Si el Valencia llega a vender a Soler el día de Guedes, se habría armado en 2 de mayo. Pero ahora resulta que no tiene nivel. Pues mirad, Carlos Soler, SIEMPRE EN MI EQUIPO.