Mestalla, agosto, 40.000 espectadores: el Valencia tiene la mejor afición del mundo

En Mestalla se reunieron 40.000 valencianistas un 14 de agosto para animar al Valencia. Un partido de Liga ante el Girona, con el personal en la playa, en el campo o de puente por la virgen de agosto. Un equipo al que le faltan fichas, que ha vendido a su estrella, que no ha renovado a las que le quedan… pero el campo estaba como en las grandes tardes, con un ambiente extraordinario, desde el principio hasta el fin, con la Curva Nord tirando el equipo como hacía tiempo que no se veía, y con todo el mundo vibrando y disfrutando de estos chicos de Gattuso.

No somos el mejor Valencia de la historia, eso lo sabemos todos, pero somos el que hay ahora, el que debe conseguir los objetivos, el que nos debe devolver a Europa. El sentido de pertenencia está intacto, y esa presunta desafección de la que se ha hablado tanto, queda borrada de un plumazo viendo Mestalla en un día como ese. Resultaba emocionante, especial, porque se pone tantas veces en duda el sentido común del valencianismo, se le dice tantas veces lo que tiene que hacer como si no lo supiera, que cuando ocurre lo que toca, dan ganas de decir muchas barbaridades.

Pero eso no lleva a ninguna parte, no suma, no ayuda. Lo mejor del partido del domingo, además de ganar, es ver al personal metido, a Mestalla con una gran entrada, a la gente volviendo a la normalidad de ser del Valencia por encima de todo. Y una vez en el templo, que cada uno actúe en cada momento como mejor le parezca, que ahí estamos todos en casa y no hay que dar ninguna explicación. Somos la mejor afición del mundo aunque tantas veces tengamos nuestras cosas. Pero que al Valencia no nos lo toque nadie, nunca.