Mamardashvili tiene que seguir cometiendo errores para ser un gran portero

Un gran portero se forja a base de cometer muchos errores, y aprender de ellos. Nadie pone en duda que Giorgi Mamardashvili lo tiene todo para marcar una época en el Valencia, o ser un traspaso en el que ganemos una cantidad bestial de dinero pensado que nos costó menos de un 1 millón de euros.

El georgiano tiene un potencial como pocos a su edad, encima con un bagaje ya a sus espaldas, y con un margen de mejora tremendo. Esto último siempre es algo bueno, porque te indica que vas a a crecer mucho más, pero al mismo tiempo implica que se debe contar con fallos, con “cantadas”, y que ese es el peaje que vas a tener que pagar en el corto plazo para poder disfrutarlo en el medio y en el largo.

Y no hay más. Y claro que te va a pasar cuando te estés jugando los puntos, porque esas situaciones no entienden de amistosos o partidos de Liga, sino de meros pasos en la formación de un deportista de élite profesional. Si encima te ves abocado a acelerar ese proceso por pura necesidad, entonces es cuando hay cosas que no son negociables de ninguna de las maneras.

Sigo creyendo de forma clara que Mamar es un portero brutal, y que en 2-3 años puede estar entre los 10 mejores de Europa. Y sería fantástico que pudiera serlo jugando en el Valencia, que es la otra variable que se tiene que tener en cuanta, aunque ahora mismo ese no es el debate, aunque tengo muy claro que no tardará mucho en plantearse.

Es el portero titular del equipo sin duda, eso debe implicar la salida de Cillessen, y no podemos ceder ni medio palmo en la confianza ciega que tenemos en él. Aunque cometa 5 más como la del sábado pasado en Alemania. Porque aunque cueste entenderlo en alguna ocasión, eso le hará mucho mejor portero en el futuro.