El centenario del mejor amigo del Valencia

Cuando paso por delante de Mestalla, con mi mujer y con mi hija, siempre les digo que no hay nadie en Valencia que recuerde haber ido al campo de nuestro equipo y que no haya sido aquí. No sé si habrá algún superviviente de Algirós, complicado, y eso significa que llevamos muchas generaciones acudiendo a la Avenida de Suecia, o de Aragón, para ver a nuestro equipo jugar sus partidos.

Para mí, como para muchos, ya no es sólo un estadio, sino mi casa, e igual que guardo un cariño inmenso a las tardes de domingo, y noches de sábado, que mi padre me llevaba al Luis Casanova, y que yo olía a puro y a hierba recién cortada y regada, y que veía el partido en su regazo o en alguna silla vacía del sector 8, el día que fui por primera vez con mio peque a Mestalla es algo que ya me queda para siempre.

Y en todos esos momentos, ahí estaba nuestro viejo y querido amigo, haciendo de anfitrión perfecto en momentos inolvidables de nuestras vidas. En 2023 cumplirá 100 años, nada menos, el estadio más longevo de Primera, y uno de los más antiguos de España. Y sabemos que le queda poco, porque antes o después, el nuevo estará listo.

Y el día que pasamos por la Avenida Aragón para salir de Valencia, y a la izquierda no esté nuestra casa, seguramente a algunos de cierta edad se nos partirá el alma, porque allí estarán algunos de los mejores momentos que hemos pasado jamás.

Por eso es tan importante disfrutar del tiempo que le queda a nuestro viejo y querido Mestalla, de seguir acumulando experiencias, de explicarles a los más jóvenes lo que significan esas gradas y ese terreno de juego, y quiénes se han convertido en leyenda sobre él. Cumple un siglo el amigo que jamás le ha fallado al Valencia, el que siempre estará en nuestro corazón por muchas cosas y mucho tiempo que pasen, porque Mestalla siempre será Mestalla.