No puedo entender a Peter Lim y su actitud en el Valencia

Conocí a Peter Lim hace ya 7 años, en Paterna, viendo un partido del filial, y me le presentó mi querido y añorado Juan Sol. Estuvimos hablando un par de horas sobre fútbol, sobre los equipos formativos, sobre el futuro. No podía hacer de periodista en ese momento, porque me tocaba ser presidente, y no le entrevisté, por decirlo así, aunque sí le hablé de mi profesión, de los muchos años que la había ejercido. 

Y también departimos sobre ello, aunque esa parte me la guardo para mí. El Lim con el que hablé, un tipo cercano y con sentido del humor, al que le gustaba el fútbol más que a mí (y algunos comentarios durante el transcurso del partido que estábamos viendo me lo confirmaron), no tiene nada que ver con el que ahora podemos percibir, porque hace mucho que no le vemos el pelo por aquí, que no dice nada en primer persona (y casi mejor, porque la última vez nos cabreó a todos a niveles máximos).

Pero es que es un cambio que llega a ser incomprensible, porque sí, en el fútbol se gana y se pierde, como en la empresa, pero debes tener los resortes para mejorar cuando haces lo primero, y para levantarte cuando haces lo segundo.

Nadie está hablando de que vino aquí por valencianismo, esa es una estupidez que no se sostiene, y que lo hiciera por negocio hasta me puede parecer bien, que para eso es dueño de su dinero, pero de ahí a dejarnos tirados como si fuéramos un juguete roto (la expresión no es mía sino de un gran amigo perellonero), media un abismo tan grande como el miedo que tenemos todos ahora mismo. 

No entiendo a este Peter Lim, no me entra en la cabeza cuando conoces al anterior, y por eso no tengo ni la más remota idea de que puede venir en el corto plazo. Aunque si es lo que atisbamos, el medio y largo están bastante claros, por desgracia.