Nadie es más valencianista por hacer una cosa o dejar de hacerla: respeto

El aficionado del Valencia que quiera quedarse fuera protestando antes del partido contra el Celta, estupendo. El que quiera entrar a ver el partido, y protestar o no, estupendo. El que se quiera quedar en su casa para no hacer ni una cosa ni otra, estupendo. El que tenga una boda como quien suscribe, también estupendo. Y quien no respete al que decida tomar su propio camino, sólo decirle que ese no es el camino para conseguir nada. La base de todo no son las ideas y la visión que se tenga de las cosas, sino el respeto, porque sin eso estamos perdidos, y mucho me temo que estamos en proceso de perderlo, si es que no lo hemos hecho ya.

No me voy a tapar, si fuera a Mestalla, entraría, no me quedaría fuera, para nada en absoluto. No concibo esto de esta manera, y entiendo que el lugar donde se debe hablar es en casa, sin más. ¿Que hay miles de valencianistas que deciden hacerlo fuera del campo? Pues me va a parecer perfecto, repito, y sin duda les respeto porque ellos son del mismo equipo que yo, quieren lo mejor para el Valencia, y cada uno lo podemos entender de una manera. Pero nunca, jamás, enfrentarnos por ello, insultaremos o faltaremos al respeto, porque eso es hacerle fácil la vida a Meriton, que vería de forma clara que no hay alternativas, no hay oposición, no habría nada en ese contexto.

No sé qué pasará el fin de semana, pero tengo claro que el Valencia es mucho más grande cuando su afición está unida, y eso no significa que pensemos todos igual, sino que entendemos que cada uno siente esto a su manera. No podemos crear bandos, no podemos caer en la tentación de generar un entorno tóxico nosotros mismos, porque eso sería ponernos a la altura de Meriton en muchas cosas. Que cada uno actúe según su forma de entender la vida, el club, su pasión, que todas son válidas, que nadie tiene más razón por hacer o dejar de hacer, porque esto no va de eso. Y quien no lo entienda es que anda detrás de otras cosas, con otros intereses, y eso no me lo va a discutir nadie, o al menos no me van a convencer de lo contrario.