Las filtraciones bastardas sobre el futuro de Carlos Soler en el Valencia

No hay nada que odie más en el fútbol que las malditas filtraciones. Muchas se les pone el latiguillo de “interesadas”, aunque no haría falta, porque lógicamente, todas lo son. Odio profundamente que se llevan a la práctica este tipo de métodos, porque sólo sirven para generar basura, y pensando ahora mismo sólo en el asunto de Carlos Soler, es obvio que ni han ayudado durante el año, ni parece que vayan a hacerlo en lo que queda de él. ¿Quién dice que el jugador está pidiendo 4 millones de euros netos por temporada y un contrato d 5 años? Porque es obvio que una de las partes lo hace, se lo cuenta a la prensa, y ésta se hace eco. El periodista no mienta, aunque puede que no le cuenten toda la verdad, que es otra cosa, mucho más grave y delicada, pero que no tiene nada que ver con la veracidad de su información.

¿Quién da todos esos datos tan concretos y exactos? ¿Qué se pretende hacer con ellos? ¿Qué fin se busca obtener? Quien me conoce bien sabe que, ante situaciones que no tienen ni pies ni cabeza, siempre me pongo en la piel del que las lleva a cabo, pensando en cuál puede ser su beneficio por ello. Y aquí, poniéndome en el lado de los agentes y en el del club, no logro descifrar quién sale bien parado de contar estas cosas. No señalo ni a unos ni a otros, primero porque no es mi función, y segundo porque no tengo pruebas de nada. Y aunque las tuviera, ciertamente tampoco entendería nada de todo esto.

A Soler se le han pegado este año muchos palos a cuenta de si pedía mucho o poco por renovar, y luego eso se ha querido llevar al verde, donde siempre se la afea el rendimiento cuando no marca dos dos y reparte una asistencia. ¿Y quién pierde con eso? Pues el Valencia, como siempre, que es el mayor perjudicado de este baile que no tiene sentido alguno por muchos que se lo quemas buscar. Si el club quiere que siga y él quiere seguir, dentro de un contexto razonable, si no se firma la renovación es porque uno de las dos partes, o ambas, no han querido que así fuera. Y las filtraciones no habrán servido para nada, ni para justificar si quiera lo que pase.