El futuro de Bryan Gil en el Valencia

Él se quiere quedar, Bordalás lo mismo, los ingleses puede que no pongan pegas... pero falta saber si realmente lo podemos pagar

Toni Hernández | 25 ABR. 2022 | 00:02
Bryan Gil

¿El Valencia puede fichar a Bryan Gil de nuevo el año que viene? Que no vayamos a estar en Europa ha disparado todas las alarmas en forma de dudas por el potencial económico que pueda tener el club, y eso se traduce en la mirada a muchos jugadores que deberían estar el curso que viene, que estarían dispuestos a hacerlo, pero que ahora mismo no podemos decir que sea algo ni tan siquiera factible. Más allá de que el Valencia debería salir y explicar qué quiere y qué puede hacer, porque eso sería hacer las cosas como toca, la primera cuestión a resolver es una cesión que pidió el propio Bordalás, que ha demostrado que pudiéndolo tiene hueco en la élite con los mejores, y que estaría encantado de poder seguir una campaña más en Mestalla.

Las opciones de Gil en el Tottenham, con el mismo entrenador en el banquillo, son similares a las del curso pasado, y luego está el tema del Mundial con España, donde si quiere estar, debe jugar, debe hacerlo bien, y con regularidad poco menos que cada fin de semana. El Valencia se lo puede dar, de hecho se lo está dando (aunque fuera suplente en la final de Copa, pero dentro de un plan de partido que no salió perfecto por muy poco). Ahora falta saber si las cuentas nos salen, porque aunque es evidente que no podemos ni soñar con un traspaso (ojalá en este punto Peter Lim me cerrara la boca), otro año de préstamo no sería una locura, aunque eso suponga pagar por la cesión y hacerse cargo de una ficha que no es baja.

La voluntad del futbolista también será clave, sin duda, pero eso es algo que vendrá después, porque si Bryan quiere seguir pero no hay forma de pagar esa operación, todo lo que digamos está de más, sobra, y no nos va a llevar a ninguna parte. Yo lo tendría claro, Bordalás también, el chico está por la labor, y los ingleses es posible que también. Pero ahora falta que los números salgan, o que el máximo accionista ayude a ello.