El Valencia no puede guardar nada (al menos esta semana)

El Valencia de José Bordalás no se debe guardar nada, al menos en este partido de casa ante Osasuna. Es una especie de ensayo general antes de la final, por mucho que los caprichos del calendario hayan querido que se juegue en Villarreal 72 horas de ese encuentro (que Valencia y Betis no tengan descanso no se entiende de ninguna de las maneras). Por lo tanto, porque esto ya no va de dar pistas al contrario, lo primero es conseguir los 3 puntos en juego, que no será nada fácil. Lo segundo, mantener la llama de poder quedar entre los 7 primeros al final de la Liga (Conference League, más ingresos por televisión, bases más sólidas para el proyecto deportivo, etc.). Y lo tercero, que los que vayan a jugar el día 23 de abril, que más o menos los tenemos todos claros, lleguen con la máxima confianza posible.

Cuando un equipo se centra en un sólo partido y se deja llevar en los que quedan por el medio, en demasiadas ocasiones sucede que llegas con el pistón bajo, por lo que sea, y el día que tienes que rendir, no lo haces como debes. La historia está cargada de ejemplos. Sin embargo, cuando llegas como un tiro, cuando vas a tope en todo, cuando necesitas competir como un animal, los resultados suelen ser mucho mejores. Como muestra, un botón: el Valencia 18/19, que termina la Liga embalado y siendo 4º, cuando 10 jornadas antes estábamos muertos en la lucha por la Champions, y que en el último partido del curso se lleva por delante al Barcelona de Messi en la final de la Copa del Rey.

Por lo tanto, pensando que en La Cerámica pudiera ser más lógico hacer cambios pensando en lo que tienes 3 días más tarde, lo normal seria ver en Mestalla este fin de semana a lo que se podría llamar el equipo de gala, sin guardarnos nada. Y si se consigue una buena victoria, que es lo que le da sentido al fútbol, no cabe duda que será mucho mejor para todos.