Cuenta atrás para un día que puede cambiar el Valencia CF

Aunque hay que centrarse en La Liga y en los partidos que vienen por delante es imposible no tener la mente puesta en la final de Sevilla. Solo restan dos semanas, por lo que ha empezado la cuenta atrás y a partir de este momento va a comenzar a vivirse el verdadero ambiente que rodea a un partido de estas características. Las entradas están repartidas aunque los rezagados intentarán hacerse con un lugar en La Cartuja a última hora, pero parece que la gran polémica por el reparto ha menguado.

Ahora prima lo deportivo, cuidar a los jugadores para llegar con el mejor once. Sin forzar a los tocados aunque sin renunciar a nada en La Liga. Es probablemente una de las finales más determinantes de la historia porque esta vez el Valencia llega con mucha presión, mucha más urgencia que en 2019 y más ilusión que en 2008. De ganar, esta copa sí se celebrará pero además puede ser un momento de reafirmación valencianista tras muchos meses de división y desapego.

Y también es importante porque daría el pase directo a Europa y esto es un paso vital en lo económico y en todo lo relacionado con el prestigio del club. La Europa League no es la Champions pero sería dar un paso hacia adelante en medio de tiempos muy crispados. Restan dos semanas en las que el fútbol debe imponerse a todo lo demás y en las que el valencianismo está obligado a demostrar madurez, está en juego un título y mucho más.